
Cerca de treinta años después de la desaparición de Giorgione, cuando Tiziano se encontraba en la cima de su carrera, este se inspiró nuevamente en los cuadros de su maestro. La «Venus» que pintó para Guidobaldo, futuro duque de Urbino, evoca, en efecto, la «Venus dormida» de Dresde. El carácter sensual de las carnes, la luz dorada y casi onírica del cuadro, y el gesto de una de sus manos remiten al cuadro de Giorgione. Tiziano renunció, en cambio, al paisaje, y situó el desnudo en un marco más fastuoso, el de un rico palacio. Además representó a la joven con los ojos abiertos, quien se asemeja tanto a una joven princesa veneciana como a una diosa del Olimpo. Este cuadro inspiraría a numerosos artistas; entre otros, a Manet en su «Olympia»
Datos importantes de la obra:
El pintor renacentista conocido como Tiziano
Data de alrededores de 1534
Actualmente, se encuentra en la Galeria degli Uffizi de Italia
La Venus de Urbino tiene un tamaño de 1,19 metros de alto y 1,65 metros de ancho
Pertenece al alto renacimiento
La obra fue creado con óleo sobre lienzo